Bajo este nombre se engloban las diferentes formas de expresión cultural que están directamente relacionadas con la creatividad y las tradiciones humanas, que las personas transmiten de generación en generación y están en constante evolución.

Esto incluye prácticas como rituales, conocimientos, habilidades y artes escénicas como la música, la danza y el teatro, que deben preservarse y mantenerse vivos.

Aunque este estatus se otorga más comúnmente a actividades culturales más tradicionales, el reciente reconocimiento del Reggae jamaicano y del enorme Festival Kumbh Mela de la India, impulsó a los líderes de la comunidad techno de Berlín a hacer campaña para que su escena se incluyera en el registro.

Todo esto facilitó que el cofundador del Loveparade, Dr Motte y el equipo de la organización sin fines de lucro Rave The Planet presentarán una solicitud en noviembre del año 2022. Si bien es cierto que la idea surgió 10 años antes junto al musicólogo y matemático Hans Cousto.

Rave The Planet, se dedica exclusivamente al arte, la cultura y la difusión de la electrónica. Y defiende que “si el Techno se reconoce como un bien cultural y no solo como música de fiesta hedonista o para el consumo de drogas, ayudaría enormemente a los artista, sellos, productores y promotores” Por todo ello documentó la historia, el impacto social y la continua evolución del Techno

Otras personalidades que también impulsaron esta iniciativa son: Alan Oldham, alias DJ T-1000, pionero del techno en Detroit y residente en Berlín; Ellen Allien, DJ, locutora y productora alemana o Dimitri Hegeman, director del conocido sello y club Tresor.